domingo, 21 de julio de 2013

Soy volátil,

Heart of gold, but it lost its pride. 
intangible... quizás un sueño. ¿Quién sabe?
Soy una ilusión que se desvanece, lentamente, entre las sombras difusas de una fría y oscura noche de noviembre.
Ynys Môn.
Somos esto. Somos energía, formamos parte del Universo, y éste
forma parte de nosotros. No somos lo que creemos.
A veces, deberíamos pensar en lo que realidad somos.


Sweet serenade

across my room.



Jazz soul

miércoles, 17 de julio de 2013

martes, 16 de julio de 2013

Recuerdos en blanco y negro.

  Y aún puedo recordar el reconfortante olor a libros viejos y usados; y sigo escuchando en mi mente como si de ayer mismo se tratase, el sonido de las teclas de mi polvorienta y querida máquina de escribir.
Quedó grabado a fuego en mi mente el camino que llevaba a tu casa, y que recorría todas las frías tardes de noviembre; mientras la lluvia amenazaba con calarme hasta los huesos, y me hacía estremecer cada vez que sus heladas gotas se deslizaban por mis mejillas.
Siempre permanecerá en mi memoria mientras viva,
el sabor del chocolate caliente preparado con esmero para hacerme recuperar el temple; y ese incienso con olor a sándalo que ponía cada vez que llovía, gracias al cual cada mañana me despertaba con alegría. Eso, por no mencionar el sonido de tu vieja guitarra, ahora medio rota y errante, escondida en algún lugar de tu habitación, donde por cada rincón se esconden los secretos. Y... ¿cómo no acordarme de el intenso olor a mar que me hacía sentir en el mismo paraíso, después de cada atardecer?

¿Cómo no reparar en aquellos resplandecientes amaneceres, y aquellas puestas de sol rosadas y anaranjadas que divisábamos desde lo alto del acantilado, verde y solitario? ¿Quién volverá a acercarme en una barca hasta la playa sólo para verme sonreír?
Tantos son los recuerdos que tengo... Pero sobre todo, lo que recuerdo con más nitidez y lo que aún me pesa en el alma, fueron tus lágrimas en nuestra última despedida, tus palabras pronunciadas con intenso dolor. Te marchabas para siempre, y esa sensación de impotencia y desesperación jamás desaparecerá de mi vacío corazón; vacío desde que te fuiste. Y quiero que sepas, que desde dondequiera que estés, te envío desde lo más profundo de mi ser todos estos recuerdos, pues siento que nunca nadie será capaz de comprender que los pequeños detalles son los que verdaderamente marcan la vida de las personas. Nadie lo entenderá mejor que tú...
          La serenata tocada desde este viejo piano está llegando a su fin. Las teclas se rompen, la madera se raja, las patas se tuercen... es hora de morir.

sábado, 8 de junio de 2013

No se puede comparar un amanecer.

Dicen que es bueno ver amanecer. En realidad, yo en contadas ocasiones lo había visto, pues no soy lo que se dice muy madrugador. 
Ayer, fue una de las pocas veces que vi el sol salir, y he de reconocer que fue un momento muy hermoso. Si no hubiese sido porque faltaba algo, o mejor dicho, alguien (para qué ocultarlo, no merece la pena), habría sido un momento perfecto.
Ver despertar a un amigo y ver amanecer son dos de las ocasiones más especiales de la vida de alguien. Es como renacer... Y yo ya había visto uno. Recuerdo que ayer hacía calor, como cualquier día de verano, y me desperté para abrir las cortinas. En ese momento, al asomarme, no pude evitar salir al gran balcón y observar el mar en calma y el sol saliendo. Unos colores hermosos pintaban el cielo y el agua, de unas variedades extrañísimas... y la luz era muy reconfortable. Amo el verano. Siempre me ha parecido tan especial; sus noches, sus puestas de sol, y sus amaneceres tan mágicos... 
Siempre me habría gustado compartir esto con alguien. Yo, personalmente, me sacrificaría por ver amanecer, hasta un punto inimaginable. ¿Qué tienen los amaneceres, que me causan tanta fascinación?
No lo sé, pero quizás sea su belleza. Aunque no soy de esos que sólo se fijan en lo estéticamente bello. Siempre he pensado que debe haber algo más, algo que lo hiciese tan especial para mí y tan insignificante para otras personas... A lo mejor es la falta de costumbre. Pero nadie me quita de la cabeza que los amaneceres tienen algo especial, quizás sea un regalo de la naturaleza, quizás el inicio de un nuevo día sea realmente así de bello... Algo debe tener, algo que lo haga tan especialmente hermoso.
Seguro que nada es lo que parece, o todo lo es nada, o... simplemente:
Los amaneceres son mágicos.





Cosquillas en los sueños.

Por una vez, deja de dar y dar y dar...
a todos menos a ti mismo.

Permítete también reír hasta que te duelan
las mandíbulas y los costados,
si te hacen cosquillas en los sueños.

Acércate sólo a los locos que te nutren
los más desatinados
-ellos serán Norte de la mejor de las brújulas-.

La más alta verdad está en tu secreta utopía:
si no te confías plenamente a ella
te conviertes en moho de vitrina de museo.
   
      -María Teresa Bravo Bañón, Violeta Malabar.

...De este mundo.

Mi reino sigue siendo de este mundo.
Amo la noche concedida a los espíritus danzarines
entre lluvia de ascuas,
el lamento del mar y las frutas maduras
en labios de hibisco y malvarrosa;
lo que huye de mí
y se me pierde fugaz,
con sólo girar el calendario.

Amo mis santas trinidades:
vida, coraje y este amor
que me lleva en volandas,
zalamera y mimosa,
de verso en verso hasta tu beso.
   
       -María Teresa Bravo Bañón, Violeta Malabar

martes, 28 de mayo de 2013

Cada final de un camino

marca el inicio de un nuevo día. Una nueva vereda a elegir, un reto que superar, un obstáculo que esquivar... una vida por vivir.

Algo en verso no vendría mal.

        SÓLO LA ROSA.

Sólo la rosa oscura temblará
... deshojándose sobre el mundo.
La eternidad se despertará un instante
para quedarse dormida otra vez.

Las velas zarpan hacia el Norte;
los trenes se alejan hacia el Sur.
A través de estrellas, palmeras y tréboles,
a través de la pena y la dicha, mi amor.

No hay remedio. No tiendas las manos.
No hay remedio. Nada podremos salvar.
Sólo las ondas azules de la despedida;
sólo la palabra azul “adiós”.

Se disipará el humo de la locomotora;
y desaparecerá chapoteando el remo.
Sólo la eternidad, como una rosa oscura
se deshojará sobre el mal del mundo.


           -Georgy Ivanov.

viernes, 24 de mayo de 2013

Problemas que se apoderan de nosotros,

en lugar de hacerlo a la inversa.

jueves, 23 de mayo de 2013

Y me di cuenta de que no quería.

Simplemente no podía aceptarlo, iba en contra de mi voluntad y podría hacerme débil. Y no quería serlo. Sencillamente porque un alma de fuego debe luchar siempre, hasta que la última llamarada aniquilase al último ser malvado de la faz de La Tierra, y que el último suspiro marcase el inicio de una nueva era.

viernes, 17 de mayo de 2013

Te escribo desde la ventana.

No quiero concretar la fecha, ni el lugar. Se me hace demasiado pesado recordarlo. Sólo quiero saber que el verano acaba de terminar, y las hojas de los árboles del jardín se deslizan sobre el césped con mucha sutileza. Me gusta observar el tiempo a través de la ventana. No hace frío aún, las temperaturas son muy suaves y agradables. Está muy nublado, va a llover...
Sin yo quererlo, ya sabes algo acerca del tiempo en el que me encuentro. ¿No te parece increíble como, misteriosamente, cuantos más detalles queremos ocultar más información damos sobre ellos? A mí siempre me ha parecido alucinante, algo que subconscientemente hacemos...

Ayer recibí tu carta. Lo que menos me sorprendió fue que estaba en blanco (aunque te resulte raro; pues siempre me envías cartas enormes que a veces, y no lo digo por ofender, da pereza leer), será porque sobran las palabras. Lo cierto es que yo tampoco tengo por qué decirte nada, pues no hay nada nuevo que contar. Pero me divierte escribir sin argumento, la mente puede buscar ciertas salidas para entablar una conversación y sorprenderte demasiado (no he dicho en qué sentido); y de paso quiero agradecerte el regalo (creo que es la única cosa por mi parte que he de decirte).
Esa fotografía... me ha encantado. Me he quedado sin palabras. Me ha asombrado tanto... ¿cómo puede una simple imagen expresar tantas cualidades que no se encuentran en el mundo físico tal y como lo conocemos? ¡Dime tú a mí! Son tantos... provoca demasiados sentimientos en mí.
Son tan visibles y tan opuestos que me estremezco con el solo mirar su tez esbelta y plateada. 
Pero, a pesar de todo, creo que esa combinación está en todos nosotros. No debería sorprendernos tanto que esto se viese reflejado en una imagen, al fin y al cabo es lo que somos. 
No podemos pretender actuar sólo de una manera, es imposible... nuestro carácter dependerá mucho de las circunstancias, y nunca podremos estar seguros de que actuaremos de una forma determinada, todo cambia, todo se renueva. Claro está, que por encima de todo eso tenemos nuestra personalidad, lo que nos caracteriza y universalmente nos hace diferentes, aquello que hace parecer que sólo tenemos una manera de ser. Gracias a ella somos únicos. 
           Espero que me respondas con una de tus habituales cartas, que siempre da gusto leer aunque canse un poco. ¿Te sorprende cómo he podido escribir todo ese rollo sin tener ni idea al principio? A mí no, es más, sólo he dicho tonterías. Cada día demuestro más lo idiota que soy al irme tanto por las ramas, no me expreso como debería.
 Un abrazo muy grande.
No voy a firmar, me parece absurdo. Sabes de sobra quién soy.

martes, 7 de mayo de 2013

Renacer.


miércoles, 1 de mayo de 2013

Sumérgete en las notas de una hermosa balada.

Siéntelas con intensidad, en cuerpo y alma, como si no existiese nada más... déjate llevar al compás de su melodía.
Magia, es la palabra.

Soy una incógnita, aún sin resolver:

Soy como el "perfume" que deja un alma libre.
Su rastro, su sentimiento.


Soy como esa lágrima escondida tras un rostro neutro, que quiere salir.



¿Qué somos?
Somos como el mar y la luna, dos aliados inseparables.             


Somos como el fuego y el agua, dos enemigos unidos.          
Eres...
             
Eres como el querer y no poder. 
La impotencia, la rabia, la ira. 


Destellos en la oscuridad
luces de diciembre
un amanecer
las luces del alba 
estrellas.
¿Sueñas?

martes, 30 de abril de 2013

Mientras me lavaba la cara con la poca

agua helada que quedaba (mezclada con sal para evitar que se congelara), pensé en lo que iba a comer hoy. Por este tiempo, era demasiado difícil avistar a algún animal por ahí fuera, hace demasiado frío. "Y, cómo no, las plantas tampoco crecerán ahora, heladas y aplastadas por la nieve y el granizo", pensé. Además, el exceso de hielo en el asfalto era peligroso; podías intentar cruzar a la otra parte, resbalar, y cualquier vehículo te arrollaría sin ninguna consideración. Total, eras pobre. Habías nacido en una familia pobre y seguirás así hasta los restos. Y ese tipo de gente, estorba en la sociedad. ¿Qué más da? ¡Uno menos!
Y si ambos somos personas, tanto los pobres como los ricos, ¿por qué esa discriminación hacia nosotros? He ahí la cuestión. En nuestra sociedad, al menos, era así. El rico quería ser el más rico para que el más pobre fuese el más pobre. Y el pobre no podía rebelarse contra el rico, por varias y muy diversas razones, tales como...
Mi hermana había vuelto a abrir la puerta. En parte, se lo agradecía. Mi gran discurso de "no a la diferencia de clases" que casi parecía más una candidatura a las elecciones como representante político, me desmotivaba bastante. Parecería que no, pero el hecho es que a pesar de repetir la misma cantinela todos los días, (harto de pasar hambre y que otros en mi mismo barrio tiren la comida) acababa por estallar. O bien de rabia, o bien de tristeza. Depende de mi estado de humor. Así que di gracias a la pequeña Amy por haber interrumpido mis teorías.

Tratar a un enemigo, es como

ofrecerle el cuchillo, pero nunca por el mango.

Ella era una artista, una bohemia.




Aunque jamás habría deseado tener la vida que tuvo. 
Para su desgracia, los malos recuerdos del pasado la perseguían en cada trazo que dibujaba, en cada línea que escribía y en cada nota que tocaba.
Y esto la convertía en un ser horrible y miserable. Odiaba su arte: era triste, oscuro, macabro, deprimente... odiaba su vida, se odiaba a ella.
Y un día, desapareció.
Y su arte se fue con ella.